8 de marzo de 2009

ice climbing

De repente hielo y nieve empezó a caer sobre mi casco, me habían sobrepasado mientras estaba absorta en el esfuerzo, por lo que no me había dado cuenta; las chanzas sonaron 10 metros más abajo, ahí sufriendo!, muy bien aguanta!. Sufrir si pero no por la esperada lluvia, que ya había presupuesto que sucedería, quedarme en el mismo punto que mi anterior intentona me daba coraje, subir, estaba a mi alcance, en ese momento falló mi piolet mejor asentado, la pared se desplazó de repente hacia arriba, y al instante yo colgaba de la cuerda ¡mierda!, si hubiera aguantado más… la lluvia de hielo no duraría mucho más…y yo estaba agotada para otra intentona, ¡que frustración! Estaba ahí, a mi alcance…y…no estaba dispuesta a abandonar, unos segundos recuperándome, respira hondo, asienta los pies, clava el piolet, buff, realmente estaba agotada, o lograba ganchear, o no iba a poder hacerlo, otro intento, me pareció que apenas había enterrado una minúscula porción del pico, forcé hacia abajo, aguantaba, así que busqué otra marca de anteriores subidas para meter el izquierdo, realmente ninguno me convencía, pero…a morir por Dios!, ahí arriba tendría tiempo de asentarme, si lograba subir unos centímetros.
Ya eres mío!!, ufff!, esto si que mola… estaba casi-segura de que podía!
Si mi madre estuviera abajo, idea absurda hasta el infinito, estaría pensando que estoy loca y que algo hizo mal cuando yo fui pequeña, para que ahora ande haciendo semejantes estupideces, pero como esta a kilómetros, y nunca se enterará de la mínima parte de lo que hago, solo piensa que soy rara.

Yo estoy que reviento de alegría...Mis compañeros me animan diciendo que lo he hecho estupendamente, y aunque suelo ser escéptica, sobre todo conmigo misma, las palabras calientan mi espítitu…
Realmente me siento bien, y atisbo que cuando escalo, lo hago buscando exactamente esta sensación…traspasar mis limitaciones, un paso cada vez, no importa que solo sean limitaciones para mi, mis compañeros están a años luz de donde yo me encuentro, pero yo he dado un paso, en la dirección que quiero, sin metas, solo Camino.

Mis pies flotan dentro de la botas empapadas, los guantes que una vez compré "por si acaso" y que ¡benditos sean!, estaban en mi mochila, después de ceder los míos más calentitos a mi hijo que mojó los suyos nada más salir del coche, se mantienen casi-secos. Los pantalones adecuados para andar por el monte con tiempo bueno, están humedecidos y toda yo estoy entumecida, tras 15 minutos a pie de vía, que rápido se enfrían los ánimos rodeada de nieve ;-)
Una parte del grupo se va a hacer otra vía más difícil, así que contemplando mis posibilidades inicio mi retirada.

El camino de vuelta es agotador, los crampones de la época de Edmund Hillary, atados con correas a mis zapatillas, pesan como losas, me equivoco una vez siguiendo huellas que se desvían pero pronto retomo el camino correcto, vuelvo a pasar por la corriente de agua casi oculta por el hielo, y aunque sigue pareciéndome un paso peligroso, lo cruzo más confiada que a la ida. Ir sola hace que te plantees cosas que con grupo ves de otro modo, si pierdo pie en la torrentera como mínimo saldría calada y con un golpe, y a 4 o 5 grados y 3/4 de hora hasta el refugio...da que pensar.
El camino me gusta, todo esta blanco y cuando salgo de la oscura cara norte en que me encuentro, los restos del día brillan en la pradera nevada. Estoy cansada de todo el día pidiendo a mi cuerpo mucho más esfuerzo del que esta acostumbrado, pero disfruto esa sensación como un raro placer, mis posibilidades de realizar lo que he hecho hoy son pocas o ninguna, así que hasta la más desagradable de sus consecuencias me parece maravillosa.

Mis chicos, están en el refugio, han vuelto empapados, David lloraba, sus zapatillas estaban totalmente empapadas y el frío mordía sus pies, una ducha caliente, calcetines secos y zapatillas de repuesto, arreglan la situación. Entran y salen de refugio, los perros que esperan fuera son una fuente segura de juegos. No te mojes, no hay nada seco...repetido unas 80 veces no impide las salidas constantes. Alguien hace un vivac para que los perros pasen la noche y mis hijos entran los primeros.
En mi afán de reducción de “cosas a acarrear monte arriba”, prescindo de mis zapatillas de recambio así que me pongo 3 pares de calcetines y me apalanco al lado del fuego de la chimenea.

Las ventanas ya no ofrecen luz diurna. Charlamos y leemos revistas esperando la cena. David que suele tener un aguante sobrenatural apoya la cabeza en la mesa entre plato y plato, hasta que lo subo arriba y lo arropo dentro del saco. Martín desconecta después de contar chistes a su lado de la mesa y lo subo 15 minutos más tarde. El comedor esta vacío para cuando nuestro grupo se levanta de la mesa, subo a nuestra litera triple para 4 y me meto en el saco.

Mi cerebro dormido me dice que son más menos las 3 de la mañana y David que le sangra la nariz, tanteo un pañuelo en el bolsillo de mi pantalón de pijama y se lo paso, él se queda dormido ipso facto, pero yo me quedo en duermevela. En el silencio de la noche una atronadora canción me saca de ese pseudo-sueño, y me muerde las tripas, conozco la melodía. El mundo de esos otros 30 compañeros de habitación agotados por todo el día en el monte, colisionan de frente con el de mi hijo mayor, con su despertador a todo volumen a la hora adecuada para el día anterior, las 6:30 de la mañana...tierra trágame! bajo casi-volando de la litera y busco a tentones el teléfono, se lo subo a él, y lo zarandeo para despertarlo ¡hug!, desconéctalo! que no vuelva a sonar!.
Silencio, en media hora empieza la desbandada, y para cuando nosotros empezamos a movernos, la habitación esta vacía.

El desayuno, es ideal, zumo, café caliente, pan (de verdad) tostado y mermelada. Ese ligero retraso que comenzó a las 7 de la mañana, se ve ahora en el hecho de que nuestro grupo es el único que queda en el refugio. Que remolones!

Todo lo que ayer estaba mojado, hoy esta mojado, no hay forma de rescatar nada, ante eso y la perspectiva de volver a dejar marido y progenie aburridos en el refugio, opto por lo más sensato, iniciar el camino de vuelta y aprovechar el día de otra forma. Mi grupo se va monte arriba, hoy vuelven a escalar, más cascadas, más nieve, más esfuerzo. Y yo hago mis 4 petates, y voy monte abajo.

5 de marzo de 2009

cheia cheia

mi gozo en un pozo!!!, el video no sube, es muy grande y no me da el espacio. :-( quizas tenga que hacer limpieza, lo que me faltaba, además de en casa, tambien aqui...buffff
no en realidad no sube por que es super-grande y aunque tuviera el espacio inmaculado no subiria, si consigo recortarlo y que entre, lo subo, pero en previsión de que no este por la labor..., lo tengo en la ofi, plaza san bartolomé 1, bajo, de 9-14 y 20-22 horas, podeis pasar con un lapicerillo y si no, el jueves lo llevare alli en CDs
conseguido!!!, solo el 1º minuto...pero menos da una piedra. Si tengo tiempo mañana subo lo siguiente