13 de enero de 2010

Via larga 2/2

La segunda noche nos hemos cambiado al albergue, que por fin hay sitio, no hay ducha, bueno, duchas si, pero agua caliente no...así que lagarto, lagarto, ya llegare a casa. Para desayunar volvemos al bar de escaladores, hay un tinglado justo delante por toda la calle de no te menees, metemos a duras penas la furgoneta, entre los puestecitos de mercadillo que estan montando. Hace un frío que jode, pero bulle la actividad por doquier, 8 de noviembre, 2º domingo de noviembre, Feria de la perdiz, dentro del bar hay gente a porrillo, preguntamos al dueño que parco en palabras, resume como nadie la situación..."hoy...es diferente" y se va, nos morimos de la risa, y de golpe entendemos por que el día anterior cuando le preguntamos que nos recomendaba para la cena, parecía que iba a hablar pero al final se quedo callado, claro! estaba todo bastante incomestible jajajja.

Cuando nos bajamos de la furgo, mi confianza en escalar cae a plomo, el viento, sopla furioso en el desfiladero-aparcamiento, llevo toda mi ropa puesta, más que una cebolla, me siento como el muñeco de michelin y a pesar de ello estoy helada. En mi ofuscación mental me olvido del casco y Pepe tiene que desandar un trozo de sendero para acercarme la llave de la furgoneta. Visi me tranquiliza, si en las vías hace este frío, no escalamos, así que iniciamos el sendero. Que barbaridad! a pie de vía, cara sur, hace un sol que te mueres de gusto...no hay excusa, dejamos mi pelliza allí y comenzamos el ascenso.

Mi compañero de cordada irradia tranquilidad. Confías en el al instante, sin enterarme apenas hemos hecho 2 largos y tenemos el 3º a la vista, es el más difícil, 6b, pero hoy hemos hecho los deberes, aseguro con gri-gri (el reverso sube de paseo en la parte de atras de mi arnes), y llevamos estribos, es absurdo y estúpido quemarte en vía larga en un grado lejos de tu alcance, ni se debe ni se puede.

Monta sin esfuerzo la 2 chapas difíciles con cinta larga y estribos, luego desaparece de mi campo de visión. Me ha explicado un sistema de comunicación por tirones en la cuerda por si no le oigo, aunque sinceramente, espero oírlo y no estoy segura de haber prestado toda la atención necesaria.

Reunión! oigo, menos mal!, empiezo a darle cuerda y cuando la tiene toda empiezo a desmontar todo el tinglado para empezar a subir. Mi confianza en los estribos se empieza a desvanecer cuando descubro que no es tan fácil como creia. Me siento torpe y tener espectadores no ayuda precisamente, a pesar de que me dan un par de indicaciones que me ayudan. 1ª chapa superada, con la segunda ya se como va aunque siga bastante desmañada. En un momento dado los estribos dejan de tener sentido y no se como seguir, prueba con la roca me dicen, a veces uno guarrea tanto la subida que se olvida que hay agarres naturales. En efecto, los hay, mi sensación de novata, torpe y un poco idiota se intensifica pero gracias a ello arranco con el paso malo a mis pies.

Se que el paisaje es precioso, puedo sentir su belleza a mis espaldas, aunque no pueda verlo, todo lo que veo son los 200 m. de roca en vertical ante mis ojos, pero el momento es intenso y ayuda mucho al conjunto.

Todo mi cuerpo esta cansado, podría dormir hasta `pasadomañanaporlatarde´, pero misteriosamente mi cabeza esta fresca, a pesar de estar a unos 100 metros del suelo, mi cabeza funcionaria por 400 o 500 más, esa dicotomía cuerpo-mente me fascina cuando sucede.

Descubro que soy capaz de fiarme de agarres resbaladizos por el uso constante, friends de apariencia precaria o reuniones agarradas a un árbol de raíces semi-aéreas, que hasta entonces ni se me habría ocurrido.

Visi junta los dos últimos largos en uno solo, la roca empieza a estar bastante descompuesta y hay que tener mucho cuidado de no tirar piedras a la siguiente cordada, que con paciencia sube detrás de mí. De repente llego a una pequeña pradera rodeada de roca con un árbol que ha servido de reunión. ¿Ya? este es el final?. Si. He subido una pared de 200 m verticales, con un camino por la parte de atrás de la montaña, tardando más de lo debido y no he abierto ni un solo largo, sin embargo estoy eufórica de alegría, le doy un abrazo a Visi que se ha currado toda la vía, estoy emocionada, de verdad, deseaba hacerlo. Tras unas fotos, empezamos a recogerlo todo. Mi velocidad no ha sido como para tirar cohetes, así que Pepe y Chemi ya están abajo (en ese desfiladero de vientos polares) hace un rato, y ni siquiera pueden entrar en la furgo, ya que yo me quede con la llave, pese a ello, nos proporcionan una entusiasta bienvenida que me hace sentir integrada en el grupo, aunque claro, quizas tenga algo que ver con la llave de la furgo :-)

1 comentario:

CRIS dijo...

Tia, saca más tiempo para contar estas vivencias, que aunque en algunas de las tuyas no estoy, es como revivirlas a tu lado....da gusto leerlo....Muchos besos. La siguiente, ya sabes...EL DESTINO DE MAÑANA"....BSSS.
CRIS,